2#Final :
-Odio que mis papas sean así. Le dijo la chica con la mirada clavada en el suelo.
-No te preocupes princesa. Siempre estaré para ti. Le levantó el mentón y la miró a los ojos. Jamás creí que me enamoraría, ahora eres la causante de todas las canciones que escribí, de mis sonrisas, le das sentido a mi vida. Le dio un beso.
-Gracias Nick, gracias por sacarme del vacio en el que estaba. Me diste la razón para luchar contra todo, para superarme a mi misma y demostrarles a mis papas que tanto poder no lleva a nada. Te adoro.
-Yo mucho más.
-¿Qué pasará cuando mis papas se enteren?
-No pienses en eso. No pasará todavía.
-Está bien. Y así terminaron su conversación con un largo beso que poco a poco fue subiendo de intensidad hasta que ya no hubo vuelta atrás… Ahora recorrían cada parte de su cuerpo, entregándose amor de la forma –para la sociedad- equivocada.
Miley, sonrió un poco al tener esos vagos recuerdos. Por alguna razón se sentía débil, sudaba y le era difícil respirar… Tocó su vientre, recordando el motivo de su felicidad. Hasta que su padre había descubierto su mentira.
Su madre, ella fue la única en la que pudo confiar su noviazgo con Nick. Confió aún más, al momento de confesar la verdad. Su vientre empezó a crecer, una vida se formaba en su interior, el producto del amor de ambos.
Pero llega un momento en el que no puedes ocultar más, y por mucho que duela debes dar a conocer la verdad.
-¡MILEY! Gritó su papá furioso desde abajo.
-A Miley le temblaban las manos cuando llegó al encuentro de su padre. ¿Pasa algo?
-¿Me puedes explicar por qué algunas personas me han preguntado si estás embarazada y que cuando te vas a casar con ese muchacho del grupo? Ella palideció. ¿Te has seguido viendo con él? Ella no respondió. ¡RESPONDEME! Ella no pudo más y finalmente llegó el momento
-¡SI! Lo amo, me enamoré de el tanto como él de mi. Tenemos más de seis meses viéndonos a escondidas, y lo siento papá. Estoy embarazada.
-¿Qué dices?
-Tendrás un nieto.
-¡MILEY! ¡NI SIQUIERA TE HAS CASADO! Le gritó mientras estampaba una cachetada en la mejilla de su hija.
-¿ESO ES LO UNICO QUE TE IMPORTA?
-¡NO ME GRITES!
-LO HAGO PORQUE ME CANSÉ DE QUE TE IMPORTE MAS EL DINERO QUE YO. LO AMO, AMO A NICHOLAS ¿POR QUE NO PUEDES ENTENDERLO?
-Simplemente porque no. Lo siento mucho. Desde ahora tienes prohibido salir. Y lo siento, ese hijo no nacerá.
-¡Pruébalo! Miley subió corriendo las escaleras mientras lloraba como nunca lo había hecho.
Miley lloró. Ahora recordaba, su padre la había llevado al siguiente día a practicarse un aborto, donde murió la pequeña e indefensa criatura que traía en su interior… Esa criatura que amaba más que a su vida, por la que hubiese dado cualquier cosa ahora no existía.
Miley lloró de nuevo. Recordó a Nick –nuevamente.
-Necesito hablar contigo. Le había dicho en uno de sus encuentros unos días antes de que su padre descubriera todo.
-¿pasa algo princesa? La mirada de Nick demostraba miedo.
-Sí y no. No sé si te vas a molestar, si me vas a dejar o no lo sé… Pero debes saberlo.
-¡Me asustas! ¿Qué pasa?
-Estoy embarazada. Lloró nuevamente, se había hecho una costumbre muy común para ella desde que supo su estado.
-¡No llores! Mírame. Eso hizo ella. Te amo, no es la forma en que me hubiera gustado decírtelo, pero te amo. Ese bebe será afortunado de tener una mamá como tú. Y yo estoy orgulloso de eso, ¿sabes por qué? Porque te amo hermosa. Hablaré con tu papá si es necesario, pero no te quiero perder. Y al diablo con que tengo 18 años. Contigo quiero estar el resto de mi vida.
-¿En… en... serio? En sus ojos Nick pudo ver algo de felicidad.
-Por supuesto.
-¿Sabes Nick? Yo también te amo, y mucho. Lo besó.
-Y yo a ti, y a ese pequeño o pequeña que viene en camino.
-¿Cómo quieres llamarlo o llamarla? Le preguntó con mucho entusiasmo.
-Si es niña, Destiny. Si es niño lo dejo a tu elección.
-¿por qué Destiny?
-Ese era el nombre de mi abuela. Pero le decíamos Dest.
-Oh ya recuerdo… Si es niño, que se llame Nicholas.
-¿Solo Nicholas?
-Nicholas Paúl.
-El nombre de tu hermano.
-Sí, lo extraño.
-Desde el cielo el te cuida, y cuidará a ese bebe también.
-y a ti. Ambos sonrieron.
Miley sabía que no duraría mucho tiempo despierta. Recordó el día que su hermano murió en ese accidente, no había sido lo mismo desde que el partió y ahora lo veía allí, a un lado de la camilla en la que se encontraba. La estaba esperando, y ella estaba ansiosa por ir con él. Pero no podía dejar a Nick. No aún.
Su padre entró en la habitación con una expresión sombría y llena de arrepentimiento, al darse cuenta que su hija había despertado camino hacia ella y las lágrimas corrieron por sus mejillas.
-¡Perdóname! Le tomó la mano y la miró con ojos suplicantes. No merezco vivir, tu no deberías estar en esa cama. Preciosa, lo siento mucho. Soy un maldito.
-No digas eso. Le dijo muy débil. No tengo nada que perdonarte.
-Sí, arruiné tu vida.
-ya papá. Está bien, te perdono… Nunca es tarde para arrepentirse de nuestros errores ¿sabes?
-Mi bebé me espera en el cielo. Una lágrima corrió por su mejilla.
-¡No digas eso! No puedes morir, no aún. Su padre lloró aún más.
-¿papá?
-Dime.
-¿dónde está mamá?
-Está afuera. ¿Quieres verla? Ella solo asintió con la cabeza.
Su madre entró completamente demacrada, había llorado. Y mucho.
-¡Hija!
-mamá, no llores más…
-No puedo. Más lágrimas corrieron por sus mejillas.
-mami, sé lo que pasará. De verdad, me reuniré con Brad allá arriba.
-¡No digas eso! Su madre sonaba desesperada.
-mamá, te amo…
-Yo te amo mucho más pequeña. Te amo demasiado.
-y yo a ti… Quiero hablar con Nick.
-está afuera… No se ha movido y mucho menos ha dejado de llorar…
-Dile que pase, rápido por favor. Su voz sonaba menos fuerte.
Nick entró con los ojos hinchados y salió corriendo hacia ella. Tomó su mano y la beso.
-Princesa, no te vayas tu tampoco. Por favor.
-Lo siento mucho Nick, eres lo mejor que me pasó… Siento no haber podido salvar a nuestro bebe.
-Yo debí haber hablado con tu papá…
-tu hiciste lo que tenías que hacer. Estoy orgullosa de ti, sé que podrás salir adelante y serás feliz… Enamórate, pero no me olvides. Otra lágrima corrió por su mejilla izquierda, la cual Nick limpió con su pulgar.
-Te amo, te amo, te amo… No me dejes. Nick lloraba más.
-Acércate. Le susurró.
-¿Qué pasa preciosa? Le dijo muy cerca de sus labios.
-Te amo. Ahora bésame. Nick le dio un dulce beso.
-yo te amo más.
-Quita la cadena de mi cuello.
-no haré eso. Es tuya.
-No por mucho, ¡hazlo rápido Nick!
-Nick quitó suavemente la cadena con el dije de un timón que siempre colgaba de su cuello. Ya.
-póntela. Nick hizo lo que su novia le dijo.
-ya.
-Ahora me tendrás contigo siempre, y cada vez que vayas al mar e incluso cuando te montes en un barco me recordarás.
-Siempre recordaré tu amor por el mar, siempre te recordaré a ti.
-Entonces ya no tengo nada más que decir… Su voz se desvanecía.
-No, no, no. Nick gritó.
-Adiós príncipe. Sus ojos se cerraron y no quedó más nada que su cuerpo en esa camilla al que Nick se aferró queriendo detener el tiempo. Era el amor de su vida, y ahora ya no tenía ni a su bebe ni a su chica.
Media hora después finalmente lograron sacar a Nick de la habitación, seguía llorando desconsoladamente. Pero para su desgracia una patrulla de la policía lo esperaba fuera de la habitación. El padre de Miley lo había denunciado por un crimen que él no había cometido.
Con todo el dolor del alma subió a la patrulla. Eso era lo que hacían los millonarios sin corazón, querían comprar todo, desde el amor de sus hijos hasta la justicia…
Los días se le hacían una eternidad y las noches aún más. Recordaba la mirada de Miley y dejaba de dormir para llorar, era su única forma de calmar el dolor. Su hermano le había llevado su guitarra. Esa que Miley le regaló una tarde, el día de su cumpleaños… Tocó lo suficiente para que las ampollas aparecieran en sus dedos… Todo lo que guardaba en su interior lo canalizaba a través de la música, aunque le pareciera en vano.
…
Una semana después, y todo seguía igual… Si el padre de Miley no quitaba la denuncia iría a la cárcel y su vida estaría arruinada.
Un oficial de policía llegó a su celda, pronunciando unas palabras y entregándole una hoja escrita con una perfecta caligrafía.
Mi hija tenía razón, nunca es tarde para pedir perdón. Eso es lo que tengo que decirte, siento mucho lo que pasó. Ahora estás libre, sigue tu vida. Sigue con la música, tus hermanos y tu tienen talento. Cuenta conmigo en lo que necesites… Jamás tendré como pagar todo esto…
Espero que me perdones, y no dudes en venir a mi casa cuando necesites algo…
Nunca olvides a mi hija…
Miley cyrus.
Nick apretó la nota contra el pecho, tomó su cadena y miró el timón tan preciado que colgaba en su cuello. Murmuró unas palabras antes de salir de la celda…
Miley, te amo y siempre lo haré.
hai ke triste ya casi me termino el papel higienico :'( me izizthe llorar... y tus one shots son geniales :)
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