Capítulo uno:
-Vamos cariño, es tarde, debes comer algo...-le dijo Miley a su pequeña Scarlet, la niña la miro con carita de cachorro-Con esa carita no me compras, debes comer algo que no sea el helado con el que te ensuciaste hoy mi vida-le dio un beso en la mejilla y la ayudo a guardar sus cositas junto con el baldecito de plástico-
Era un día soleado hermoso en Los Ángeles, Miley guardo las cosas de su hija en el baúl de su Audi negro, cuando lo cerró, sintió una voz detrás de ella, pero...
-Hola Miley-no era la de su niña, abrió los ojos y malició antes de darse vuelta y encontrarse con la cara de su amado ex, Nick, Nick Jonas, la miraba con una sonrisa en su rostro, llevaba una bermuda de Jean, ojotas y una remera escote V como a él le gustaban-
-Hola... Nicholas-le dijo mirándolo de nuevo, su cuerpo estaba más musculoso ahora-
-no... No has cambiado nada-dijo él examinándola con la mirada- Y ya sabes, como siempre, para ti soy Nick-le guiño el ojo, ella se sonrojo como una niña de 14 años, él se rió, y una voz chillona se escucho a lo lejos-
-NICKY!-grito una rubia despampanante con un niño de rizos en sus brazos, no tendría más de dos años-
-debo irme ¿Podemos seguir en contacto?-le sonrió de tal manera que ella nunca diría que no-
-claro-le sonrió, intercambiaron números telefónicos y Nick se marcho en su BMW con aquella chica-
Miley suspiro y se subió a su auto, la voz de su niña la saco del transe, le decía que su celular había estado sonando.
-Hola Tay-dijo ella antes de salir del estacionamiento de la playa-
-Hola Miles, ¿Dónde estas? Recuerda que mi hijo quedo flechado con mi sobrina y quiere verla-dijo la rubia entre risas a través del celular-
-Dile a mi sobrino que Scar estará en nuestra casa en menos de diez minutos-dijo ella riéndose, Cristóbal, el hijo de Tay con Joe, era el ‘sobrino’ de Miley y futuro pretendiente de su hija-
-Esta bien, te esperamos-y colgó-
El viaje de vuelta a su casa, fue tranquilo, con la hermosa voz de Scarlet hablándole a su madre sobre sus dibujos animados y demás cosas de las que solo hablan los niños de 4 años. Cuando llegaron, Scar bajo corriendo del auto a los brazos de su ‘tía’ Tay. Miley sonrió y bajo del auto dejando todo en él, saludo a Taylor y a Cristóbal. Entraron a la casa y los niños se pusieron a jugar a las escondidas.
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